La ejecución concurrente de procesos origina la necesidad de repartir la memoria entre todos ellos. La forma más usual es la de crear un espacio de direcciones virtuales. En el cual la memoria es mucho mayor que la capacidad física real. Las actividades de control del almacenamiento más importantes que hay que realizar son:
-Controlar la relación entre el espacio de direcciones virtual y el almacenamiento real.
-Controlar qué zonas de memoria se están usando y qué procesos las usa así como proteger las zonas de memoria de cada proceso de posibles accesos de otros procesos.
-Decidir que procesos serán cargados en memoria cuando quede espacio disponible.
-Asignar espacio para satisfacer los requerimientos de las aplicaciones y recuperar el espacio que quede libre tras la terminación de un proceso o mediante aprobación.
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